Ser hijos e hijas: el secreto del nacimiento Carla Canullo Universidad de Macerata, Macerata, Italia Sonia Vargas-Andrade Universidad Católica Bolivariana, Cochabamba, Bolivia Bernardita Linares Universidad Católica de Córdoba, Córdoba, Argentina Revista de Filosofía UCSC 23 2 2024 03-18 10.21703/2735-6353.2024.23.2.2876 2735-6353 0717-7801

El artículo explora el concepto de ser hijos e hijas desde una perspectiva filosófica y antropológica, concentrándose en el significado y el secreto inherente al nacimiento. A través de un análisis profundo, se examina cómo el acto de nacer no solo implica un evento biológico, sino también una dimensión existencial y espiritual. Se discute la importancia del reconocimiento del otro como hijo o hija y las implicaciones éticas y sociales de esta relación fundamental. Además, se analiza cómo diferentes tradiciones culturales y religiosas abordan el misterio del nacimiento y de la filiación.

Nacimiento Filiación Antropología filosófica Existencia Ética
La actualidad de la cuestión

“No hay nada oculto que no deba ser revelado, nada secreto que no deba ser conocido” (Lc 12, 2). Este anuncio del Evangelio, en apariencia, no tiene nada que ver con el nacimiento. De hecho, en este último no parecería haber ningún secreto, ya que es un venir a la luz. ¿Qué secreto podría esconderse en este acontecimiento completamente natural que todos los seres animales comparten? Nada, repetimos, al menos en apariencia. Sin embargo, aunque en el nacimiento no se esconda nada, esta simplicidad no ha impedido que se vuelva a él para reflexionar repetidamente y de diversas maneras. Así, después del momento señalado por Hannah Arendt, en el que el ser para la natalidad respondía al ser (heideggeriano) para la muerte, hoy asistimos a una sobreabundancia de investigaciones sobre el tema, al menos en Italia.

Este interés por el nacimiento tiene ciertamente que ver con un particular interés de la filosofía por la vida, aunque reducirlo a eso sería simplista. El nacimiento, de hecho, no ha sido tratado únicamente en el marco de las “filosofías de la vida” y del manifestarse de esta última, sino también como un tema en sí mismo (as such). Por un lado, se habla de nacimiento porque se habla de vida; pero también es cierto que se habla de nacimiento como ese evento inaugural gracias al cual se viene al mundo. Basta con algunos apuntes bibliográficos para señalar algunos textos que testimonian este reciente interés, al menos en Italia. Silvano Zucal ha sido el autor del amplio volumen *Filosofia della nascita* (Zucal, 2017) y el mismo autor, junto con Lucia Vantini (2019), ha escrito *Nascere*. Mario Vergani (2020) ha publicado el volumen *Nascita. Una fenomenologia dell’esistenza*. Renata Viti-Cavaliere (2016) ha sido autora de *Birth* y Claudio Tarditi (2013) de *Nascere*. Cada uno de estos volúmenes cita otros textos que han ampliado la literatura sobre el tema.

Aunque las posiciones de estos autores deberían analizarse detenidamente, incluso sin entrar en detalle, se podría decir que lo que une tales posiciones, por diferentes que sean, es la perspectiva abierta sobre la vida: se nace para vivir y, parafraseando a Ricœur, es en cuanto vivientes que se deja la vida y se muere —*vivant jusqu’à la mort*. ¿Pero es suficiente lo dicho para hacer tan actual la cuestión del nacimiento?

Seguramente, la constatación (banal) que comparten los autores citados al abordar la cuestión del nacimiento es que estamos en el mundo porque nacimos y tenemos una fecha de nacimiento. Por muy estéril y prosaico que este dato pueda parecer, es, sin embargo, la primera y más universal razón desde la cual se aborda cualquier otra cuestión, incluyendo también la del nacimiento. Además, estos autores, tomando el tema del nacimiento (como ya lo hicieron Hannah Arendt y María Zambrano) como su punto de referencia, han evidenciado la “filosofía del nacimiento” de un ámbito que era considerado mayormente reservado a la reflexión del y sobre lo femenino, para explorar la universalidad del nacimiento *en tant que telle*. Que esta universalidad correspondiera al tema lo atestigua Silvano Zucal, quien, comentando algunos pasajes en los que Hegel indaga la relación uterina entre madre e hijo, muestra cómo esta cuestión era competencia de la filosofía mucho antes de que Arendt y Zambrano la abordaran.

Por lo tanto, si el nacimiento hoy es un tema muy actual, sin embargo, es a partir del siglo XIX que no falta a la cita con la filosofía. A partir de estas observaciones es que, dejando el suelo italiano y teniendo inevitablemente que hacer algunas elecciones, nos interrogaremos ahora sobre el nacimiento explorando dos enfoques diferentes según los cuales ha sido abordado, lo cual haremos tratando de individuar lo que está en juego.

Henry y Paul Ricœur: dos caminos (entre otros posibles) de la filosofía del nacimiento El camino de Michel Henry

Entre los enfoques desarrollados en Francia sobre el tema del nacimiento se encuentran las reflexiones de Michel Henry y Paul Ricœur, de las cuales se propondrá una rápida visión general, dado que sus análisis ya son conocidos.

En lo que respecta a Michel Henry, en *Phénoménologie de la naissance* (pp. 123-142) (texto en el que el filósofo vuelve sobre algunas de sus tesis más conocidas, expuestas también en otras obras), el filósofo parte de una pregunta que, a nuestro parecer, es decisiva, preguntando en su tú a tú con Heidegger cómo nace el Dasein, el cual se caracteriza como ser-para-la-muerte que comienza viniendo al mundo. [...]

El recorrido de Paul Ricœur

“Nacer” es un verbo que en griego y latín tiene la forma media, es decir, una forma que no es ni activa ni pasiva. Se trata de una forma que pertenece a los verbos *media tantum*, es decir, aquellos verbos que no tienen un valor exclusivamente pasivo ni plenamente activo. [...]

El secreto del nacimiento - la filiación

O, quizás, este secreto ya ha sido revelado, pues el secreto del nacimiento es la vida. Nacer —se ha dicho desde el inicio de estas páginas— no es venir al mundo sino a la vida, a las generaciones que nos han precedido y cuya herencia continuamos. Si, sin embargo, este secreto ha sido revelado (pues “No hay nada oculto que no deba ser revelado, nada secreto que no deba ser conocido” (Lc 12, 2), queda todavía por decir cómo ese secreto se da y, al concluir este recorrido, se sugiere que se da como filiación, siendo ésta última (o el hecho de ser hijos) el modo en que cada uno entra en la vida y en el que, una vez que ha entrado en ella, continúa naciendo. [...]

Alighieri, D. La Div